El 29 de mayo sin aliento para más volvió a soñar con la ventana de un campo nevado donde Cayetano Delaura no estaba, ni volvería a estar nunk. Tenia en el regazo un racimo de uvas doradas que volvían a retoñar tan pronto como se las comía. Pero esta vez no se las comía una por una, sino de dos en dos, sin respirar apenas por las ansias de ganarle al racimo hasta la ultima uva. La guardiana que entro a prepararla para la sexta seción de exorcismo la encontro muerta de amor en la cama con los ojos radiantes y la piel recien nacida.
lunes, 8 de diciembre de 2008
Del amor y otros demonios.... fin....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario